lunes, 16 de julio de 2018

UN PROBLEMA DE LOS GRANDES

Iba pasando por el pasillo de los más chicos. Hay varias alumnas de unos 10 años y una de ellas está llorando amargamente. Todas a su lado la consuelan.
- Profesor- me dicen- ayúdenos. La "Anto" tiene un problema muy grave.
- ¿Qué pasó?- pregunto desconcertado. Era evidente que el tema era complejo:
Pobre niña. Lo veía en su mirada. Sus padres se separaron. La mamá debía irse de la casa y, junto a ella, Antonia y sus hermanos. El papá ya tenía una nueva pareja que, además venía con sus propios hijos. Uno de ellos ocuparía la pieza de Anto y la invadiría con sus juguetes. Ese espacio que era propio, ahora ya no lo sería nunca más. Es más, ni su padre sería suyo ahora. Debido a una orden de alejamiento puesta por su madre a causa de violencia intrafamiliar, no lo vería más. Las deudas de su madre crecerían aún más y, probablemente, Antonia debería cambiarse de Colegio y vivir de allegada en casa de su abuela, lejos de la ciudad. Un futuro incierto embargaba su corazón de niña y mi corazón de adulto se angustiaba por esta pobre pequeña que debía sufrir tanta miseria.
- Es que la Flo le dijo a la Anto que no sería más su amiga, porque la Anto era amiga de la Isi y a ella le cae mal la Isi, porque una vez le dijo a la Cony que era fea, y la Isi le contó a todos en el curso.- respondió enérgica una de ellas.
Era un gran problema, pero no era un problema de grandes.
Mi mente adulta me traicionó una vez más.